Mi vida se había vuelto algo pastel, como los colores cuando les succionan todo de ellos y les quitan todo el brillo... yo me había vuelto algo pastel en lo más profundo de mi alma... no sabía que hacer, no entendía por qué, solo entendía que algo debía cambiar... la luz al final del camino nunca se apagó, ella siempre intentó mantenerla prendida y, aunque tenue aún conseguía mantenerla...
Yo, sentada al pie de mi cama, planteaba y replanteaba todo lo que pasaba entre ella y yo, descubría poco a poco que parecía posible vivir sin ella... me faltaban las fuerzas, la veía y me acobardaba, le huía al tema... aún la amaba...
Llegó a mi vida una niña loca, grande, llena de vida, no paró de hablar en toda la noche, la dejé adueñarse de mi mundo y sin saberlo, sin pensarlo me besó... y yo, tonta y embobada hice que mi mundo se viniera abajo con ese beso, cambié toda y me di fuerzas... le apagué la luz a ella y la dejé en tinieblas... ¿qué tan mala pude ser?
Caí en un estado muy extraño, normalmente cuando me deprimo como demás y duermo de mas, esta vez no comí, no dormía, andaba todo el tiempo fuera de casa, y hasta terminé media borracha algunas veces..Casi un mes antes en una fiesta conocí a un chico que estaba loco, usaba barba, y bailaba como vedette, lo vi un par de veces más antes de que yo entrara en este extraño estadío de mi vida; cuando estaba ahí todos se preocuparon por mi, todos preguntaban como estaba y yo estaba segura de que todos tenian buenas intenciones, este chico gordito, buena gente era parte de todos y se preocupaba al conocer la situación.
Empezamos a andar más tiempo juntos y poco a poco nos fuimos enamorando y sin darnos cuenta todo pasó, estábamos y juntos y así la historia comenzó...
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