lunes, 16 de marzo de 2009

Nueva Formula!




Estaba yo en estas largas esperas que solo las mujeres podemos soportar para hacernos una bendita pedicure y ya estaba perdiendo la paciencia porque llevaba en esto como más de 50 minutos.
El ambiente era de por sí desesperante, el olor a esmalte que penetraba hasta mis pulmones, la bulla de la gente deseperada por entrar primero que todas, el aire acondicionado que mataba a cualquiera, y yo, sentada en un pedacito de sillón que una señora mayor buenamente me cedió.

Intentaba relajarme pensando en mariposas, colres, risas, emociones bonitas... pero de pronto se me ocurre llamar a Toto, mi amor infinito siempre dispuesta a consolar mi aburrimiento, y me contesta una voz que me sabe a molestia. Sí, me sabe, porque cuando ella se molesta lo puedo sentir hasta en mis papilas gustativas, es un sabor como a hierba, como a pasto o algo así...


-Aló!- dijo con esa voz sabor a hierba
-Hola amor!, cómo estas?- respondíyo haciendome la loca, yo no sabía nada
-Bien, estoy ocupada- respuesta clásica cuando quiere que me de cuenta de algo tan obvio.
-Por que estas molesta?- pregunto yo asumiendo la catástrofe
-.............................................. [no importa lo que dijo luego, sólo importa que siguió peleando]

Estaba al borde de la deseperación, decidí enviar un mensaje haber si me relajaba al recordar nuestras conversaciones sobre bobadas y fue cierto, logre relajarme un poco, respire y todo esta bien de nuevo... bueno, dentro de lo posible con el olor y la gente.

Seguía en esta espera que realmente parecia interminable cuando aparecio "la mujer", entro ella a donde yo estaba y saludó a la dueña del local muy familiarmente, todas en el recinto nos miramos sabiendo lo que sucedería, "ella" hizo un gesto, dijo un par de cosas a las chicas que manejaban las listas de espera y pasó a donde se encontraban las endiosadas pedicuristas, esas que uno espera un sabado cada mes o cada dos meses como si nunca más la fueramos a encontrar...

Yo no soy particularmente paciente y menos si me tienes esperando mas de media hora, me paré, estaba a punto de arma El escandalo, respiré una vez más, pero esta vez, era una respiracion para darme fuerzas, para decidir a quién le gritaba, si a la mujer esta o a la dueña por haber pisoteado mis 50 minutos de espera...

En ese presiso momento cuando ya no podía más y estaba a punto de gritar, cuando dije "a la mierda", en ese momento aparecio "la otra mujer"... la que convirtió mi día en felicidad, una mujer embarazada, con una panza enorme [enorme!], increíble, que llena de felicidad a cualquiera de nosotras que soñamos con ser madres algun día, la ví y pensé en el milagro de la vida, en lo feliz que se debe sentir uno cuando pasa por algo así... toda mi mierda se volvió nada, mi corazon se me hizo pequeñito y recuperé mi tranquilidad, esa que sólo algo como eso puedo volver a traer hacía mí....

Este es el comienzo y el experimento de una nueva fórmula, de contar lo que vivio y no lo que siento e intentar que ustedes deduscan cómo siento... [era así?]

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